¿Os habéis preguntado cuál es la manera más divertida de enseñar el paso de líquido a sólido, y de sólido a líquido otra vez?
Pues aquí os dejo una presentación de fotos para que os hagáis una idea.
Primero, hacemos chocolate en un cazo, todos vemos que está líquido. A continuación, lo ponemos en cubiteras y lo metemos al congelador (si lo hacéis en la escuela, es mejor que los niños vean todo el proceso). Una vez congelado, repartiremos un cubito a cada niño/a...y empieza la diversión!
Además de pintar, veréis cómo difrutan tocando, saboreando, sintiendo el frío...es una experiencia única que os aconsejo que probéis, porque los más pequeños no sólo aprenden de las imágenes, tienen 5 sentidos que les proporcionan información del mundo que les rodea.
Espero que os guste...
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